Donde nace el Relámpago del Catatumbo…
Mi Primera Experiencia.
Interesado en hacer registro
fotográfico del Relámpago del Catatumbo, además de establecer una ruta y
programación para llevar, en principio, a especialistas del Movimiento Fotográfico Venezolano y
Ciudad Compartida, comienzo en hacer algunas investigaciones... Hasta entonces,
era pura literatura, sin saber la sorpresa
que me deparaba el destino y ese mágico, pero misterioso territorio…
A pesar de que soy maracucho, estos sitios me sonaban más bien a exóticos y
extraños, por lo que me interesó saber sobre su historia, antes de tomar mi
moto y mi cámara fotográfica al estilo mochilero, con la intención de
observar al máximo los detalles para
montar próximamente una visita grupal.
Finalmente llegó el día;
metí todo lo que pensába necesario; sleeping, chinchorro, botas, una muda de
ropa ligera, protector solar, lentes, toalla, jabón, equipo fotográfico, un solo frasco de
repelente y cargadores, para arrancar la travesía desde Palo Negro , Autopista
Regional Del Centro con sentido a Occidente, Barquisimeto y de ahí viaje
directo hasta el Vigía. Al llegar al primer punto de la agenda, me sentí
confundido por el calor, siendo el Vigía una ciudad comercial del estado
Mérida, pero muy caliente; sofocante quizás, por su cercanía al Lago de
Maracaibo. De ahí tomé camino nuevamente
hacia el norte rumbo a Santa Bárbara del Zulia, donde me vería con una vieja
amiga y colega que me ayudaría, pero que nunca llegó.
Santa Bárbara, era el
segundo poblado con movimiento comercial que veía desde mi bajada al sur de Zulia
y el primero donde veía indígenas. Del Vigía a Santa Bárbara son unas 2 horas,
sin apuro, viendo sabanas y grandes hatos; propios de una zona de ganadería por
excelencia y del cultivo del plátano. Aproveché algunos servicios; fuí al
cajero por efectivo, comí algo, me lavé la cara en el Hotel Santa Bárbara Suite
y regresé al kilómetro cuarenta y algo de la carretera. -- En la vía hay un
letrero que advierte que estas en zona supervisada por INPARQUES, pero no ves a
la guardia costera ni a ningún funcionario que represente a dicho Instituto, al
menos por esta ruta--.
Es una hora y cuarto de
Santa Bárbara al parador turístico de
Puerto Concha, último sitio de abastecimiento. Estaba algo contrariado por lo
que había leído, lo que veía y la hora de mi arribo a la zona. Total, era mucho más tarde de lo calculado. Entre el
dilema si me iba de una vez al Lago o lo dejaba para el otro día, me topé
¨causalmente con Alan Highton¨, un fotógrafo y eco-guía con muchos años de investigación
en la zona (Fotógrafo de National Geographic). Había escuchado de Alan; es una
referencia obligatoria cuando del Relámpago del Catatumbo se trata, tenía para
entonces más de 15 años registrando fotográficamente el fenómeno y recibiendo
gente, sobre todo del extranjero, pero sentirlo receptivo fue genial, sólo al
acercarme y contarle en que andaba inmediatamente me hizo el enlace con algunos
lugareños con quien se apoya para trasladar ¨a sus clientes¨ , me advirtió que
no hacer , me dio pistas muy valiosas que no se leen en ninguna enciclopedia y
me dio las llaves de su palafito donde hace su trabajo; desde entonces fui
entendiendo como un extranjero había logrado asentarse ahí, hacer una ruta desde Mérida hasta Ologá, promocionando
en dólares sus paquetes turísticos, por todo el Mundo. Fue desde entonces cuando
me sentí seguro de partir, desde ese
mismo momento, a visitar por pocos días los pueblos del agua y presenciar en
persona el fenómeno del relámpago, lo más cerquita posible, además de
adentrarme en la cultura que lo rodea…
Después de un viaje en moto de unas 12 horas y una travesía de 2 horas hasta
Santa Bárbara del Zulia y hora y cuarto hasta Puerto Concha, finalmente estaba
ahí, a mi parecer, en el punto de
embarque más conveniente de esta ruta, ya que en ese trayecto se puede apreciar
un ecosistema con características muy particulares. -- En las Ciénagas de Juan
Manuel se pueden hallar toninas, cangrejos azules, tortugas cabezonas,
manatíes, dantas, tigres, pámpano, bagre paletudos, entre otras variedades de
pescados y animales silvestres como el pato real, el chiguire y el puma. Al paso de
las lagunas La Estrella, Zulia, Manatíes, María Antonia, La Paloma, así como en
las ensenadas Los Palitos, Agua Muerta y El Muerto, se puede observar la
diversidad de la flora y la fauna, típicas de la zona. En las riberas se ve a
simple vista el garzón cenizo y el chicuaco cuello rojo, sin dejar a un lado
los monos y araguatos, trepando en los inalcanzables arbustos centenarios.
También puede apreciarse el jaguar, el cunaguaro y el venado caramerudo --.
El viaje lacustre es más
costoso de lo estimado. Las medidas de seguridad que deben tomar los lancheros,
quienes se apoyan en la vigilancia y datos de los pescadores para ir avanzando,
encarece un poco el servicio. Se puede decir, que estas pagando por un trabajo
colectivo, aunque vayas en una sola lancha. Según las recomendaciones del
equipo de Alan, de mi traslado solo se podía encargar un sobrino,
del cual no recuerdo su nombre; era un chico muy joven y de poco hablar, pero
más adelante entendería el por qué…
Son unas dos horas y media
hasta el Congo Mirador, dejando atrás un parador turístico sobre el agua y
bordeando el delta del Catatumbo hasta
adentrarse propiamente donde desemboca este rio de mayor afluente de la zona,
el cual se impone por su color y
advierte que vas llegando al poblado. Tras varios intentos de
comunicación con mi lanchero, logré conectar una conversación, pero al ver que
no podía entenderle por sus limitaciones lingüísticas, decidí ser más expresivo
que conversador con ese amable anfitrión, quien me estaba sirviendo aquel banquete para el cual no se necesitaba
muchas palabras, sino de la vista para disfrutarlo. Fascinado disfrutaba el
paisaje y nos hacíamos señas y señas lengua mocha y yo, como si fuéramos dos
pescadores más, que se estaban cruzando
en la vía…
Las selvas del Catatumbo son
las más vírgenes del Occidente de Venezuela. Uno de los momentos más esperado,
luego de atravesar los canales de las aguas amarillas de los ríos Escalante y
Catatumbo, es observar las azules aguas del Coquivacoa. Había visto
el colorido del pueblo por fotos, pero estar ahí era otra energía. Impregnado
de más preguntas que respuestas, cada minuto me entusiasmaba más en la
investigación.
El resplandor del sol me
recordó aquel que me había cautivado hace algunos años en la península Guajira.
Me asombró mucho la sencillez y la
hospitalidad de algunos pobladores, sobre todo de aquellos que guardan más generaciones,
en la historia del Congo y Ologá; ¨el gocho¨, nerio, alexis Vega, entre otros.
Los más pequeños merecen una mención aparte, son increíbles con su sonrisa y
travesuras en el agua con los
desconocidos, las fotos más bellas y llenas de espontaneidad son las de ellos. Todos hacen parte de las labores diarias
de los padres, los hombres viven en sus mayorías casi exclusivamente de la
pesca del manamana, bocachico, cangrejas, pavón y babos y las mujeres en las
crías de los niños y en las preparaciones de las carnadas que los hombres usaran
para la pesca (cabezas de pollo) o en la preparación del pescado para la venta.
El
pueblo de Ologá es de una sencillez extrema en cuanto a sus servicios y las
mayorías de ellos son muy frugales. Aunque casi todos los hogares tienen
Directv y cuentan con el tendido eléctrico, el servicio es pésimo e irregular;
deben apoyarse en algunos aldeanos que tienen planta eléctrica y de la señal de telefonía celular
que llega solo en dos palafitos, donde han establecido una especie de centro de
comunicación para la comunidad. El combustible también es caro y escaso en la
zona, por ende hay que planificar muy bien los trayectos. Fue desde entonces
que entendí cuales iban a ser mis deficiencias, había llegado al palafito adonde me hospedará sin percatarme que no
sólo carecía de agua potable, sino que no contaba con suficiente repelente de mosquitos para la
plaga incesante que nos recibía.
Esperaba ver muchos indígenas, pero con asombro noté en los pobladores muchas
personas de pelo claro, ojos azules y
verde olivo, miradas profundas e inolvidables, muchachas hermosas, llenas de
alegría y coquetería. Conocimos grupos muy grandes de 12 o más hijos en una
mismo hogar, la misma sangre cruzada en la mayoría de casos de una misma
familia.
Aunque cuentan con una pequeña porción de tierra, que, a su vez, sirve de muro
de contención para las lagunetas, realizan la mayoría de actividades en los
palafitos, puentes y balsas, excepto la escuela la cual está anclada ruralmente
en lo que muchos aldeanos llaman ¨la playa¨.
Es
difícil de entender como estos pueblos del agua con una data de más de 200 años
de fundados, aún carecen de un sistema de electrificación dentro de sus
hogares, sin embargo con plantas portátiles aplacan la desavenencia, de manera
racionada. El calor y la plaga se ahuyentan en las horas de la madrugada cuando
hay mayor brisa, así que es mejor dormir en hamacas o en chinchorros, con sus
respectivos mosquiteros. Iba entendiendo que todo lo que a simple vista
calificaba como carencia, se iba
transformando en una necesidad para que se diera aquel fenómeno. Ciertamente,
en un pueblo muy alumbrado no se pudiera ver los destellos del relámpago con el
mismo resplandor que se aprecia, desde sus reposadas aguas.
Pasé la noche entre ver las descargas eléctricas y luchar con la plaga. Desde
el muelle que tiene Alan Highton, puedes
sentir como si estuvieras levitando en el agua, mientras observas la
majestuosidad del Faro y las contundentes detonaciones que éste genera.
Realmente, escuché más el Relámpago, que verlo y fotografiarlo, según lengua
mocha esos días se mantuvieron muy nublados y con menos intensidad. Para
entonces, desconocía que los meses de
mayor manifestación eran de Abril a Mayo y en Noviembre.
Según
el testimonio de varios lugareños Ologá
significa olor a gas en inglés y según ellos, es de ahí donde nace el
nombre de este minúsculo pueblo, siempre de palafitos, pero no menos pintoresco
y exótico que el mismo Congo Mirador, el próximo pueblo que nos tocaría
visitar, ya a nuestro retorno a Puerto Concha...
Visitar
el Congo es desconectarse de lo cotidiano y entrar a un mundo que guarda
secretos escondidos, es vivir la grandeza de Dios reflejada en cada uno de sus
parajes. Es sentir a plenitud la paz que a menudo tanto necesitamos. Es
contagiarse de la humildad y sencillez de la gente que con la mayor
hospitalidad te reciben. Estar allí es simplemente una lección de valores.
Estar allí es sentir en todo su esplendor el poder de Dios reflejado en el
Relámpago del Catatumbo.
El
Congo, es un sitio más movido que Ologá y su ubicación al umbral del rio
Catatumbo le ofrece varias ventajas por
el transporte lacustre que viene desde las zonas ganaderas, pero esto también
le genera al caserío, una serie de problemas que no se han podido resolver;
como el vertedero de animales y de basura, en su propio cauce. Hoy día
este pueblo sobre el agua está amenazado en desaparecer, porque la
altura del sedimento, cada vez hace más difícil su navegación.
Visité también parte del rio Catatumbo; grande y poderoso, sobre todo lleno
de vida silvestre pese a la contaminación, este, junto a la Laguna de Juan
Manuel, merece una sesión a parte de fotografías.
Nunca en mi vida había comido el pescado de rio con topocho y plátano verde de
la zona. Hay que preparar el estómago para probar las famosas cangrejas al
coco, el bocachico, el pámpano, el bagre paletudo, armadillo, entre otros
pescados y animales silvestres como el pato real y el chiguire.
En un rincón de esta caudal de agua también hay
un cementerio, pero no tanto a la vista de todos, como si dijera: no molestar
difuntos al descanso…Ahí muchos están
durmiendo eternamente bajo ese intenso
verde y en gran parte, cubiertos por el Lago; entre aguas más dulces que
saladas.
Había llegado la
hora de despedirme de ese mágico lugar del que se habla en todo el mundo, al
cual llegamos motivados por lo que se ve a más de 450 kilómetros de distancia y
que una oportunidad pude apreciar desde el faro de la Isla de Aruba. Me despedí con algo de nostalgia, pero me iba
con lo más preciado; su cultura y
bondades naturales, del cual guardo muy bonitos retratos.
Llegué y me
regresé lleno de tantos misterios por las causas que generan el relámpago del
Catatumbo, pero me iba con la realidad de una cultura que se ha tejido durante
milenarios años, en torno a este fenómeno; su gente, sus miradas, su sencillez,
hospitalidad y sabiduría aprendida por la madre naturaleza. No sé con
exactitud si es el gas metano que emerge
de estas aguas o los vientos fríos que vienen de la cordillera andina y que
chocan con los cálidos vientos del Caribe en la Serranía de Perijá, son los que
realmente generan estas descargas eléctricas, únicas en nuestro planeta. De lo
que si estoy seguro, que ahí todo ha de ser tan especial como lo ves en cada
porción de sus riberas y por esta razón hay que preservarlo; porque si un solo
elemento llegara a fallar comenzaría a fallar la luz natural que mantiene con energía
el espíritu de estos pueblos y que los
mantiene alumbrados de noche, con la
esperanza de que nada debe estar por encima de su propia permanencia…
Gastronomía
autóctona
Estar en Santa Bárbara
implica deleitarse de su gastronomía típica, con su famoso Armadillo asado, los
mejores cortes de carne a la brasa, desayunos típicos a base de plátano maduro,
dulces exquisitos como el famoso limonsón con leche cortada, tequeyoyos, entre
muchos más. La zona sur del lago es rica en exportación de plátanos, carnes,
pescados y la famosa Palma Aceitera
El pernoctar en
los palafitos, significa compartir con los propietarios de las instalaciones
sostenidas por pilotes que separan el piso de madera, del majestuoso estuario.
A la hora de la alimentación, ténganlo por seguro que los platos son a base de
pescado de río. Especies como la manamana, bocachico, el armadillo, el cangrejo
azul, la doncella, el pámpano, entre otros, serán la delicia bien sea asado,
horneado, frito o en un buen hervido. Por lo general, la cabeza de familia se
encarga de su preparación, su acompañante a toda hora es el inigualable plátano
y el queso blanco de la zona. Después del seco, las conservas de
maduro, el calabazate y el chocho e´ vaca, son los postres servidos en la mesa.
El Faro
En la madrugada,
se puede observar la tormenta desde hasta 450km de distancia, lo constaté en mi
visita a Aruba. Es el episodio más fiel
e impresionante de la secuencia de actividad eléctrica de este mágico lugar. Ologá está, prácticamente, dentro de ella,
pero desde el Congo también se observan muy bien.
En un 40% de
noches, al año. La tormenta en si aparece en un 95%, entre Abril y Diciembre.
Se trata de la tormenta eléctrica más activa del mundo con más de 200 descargas
por km cuadrado, por año. Hay noches más intensas que otras y unas pocas que
fallan. Así es la naturaleza.
Este viaje no es
fácil El clima es intenso y con fuerte
humedad, los días largos y se duerme
pocas horas si se quiere apreciar la mejor descarga. Se Recomienda un viaje de 3 días y 2
noches. Eso da 2 noches para disfrutar
de los relámpagos y un día completo para recorrer la selva y los pueblos con
más calma.
El Relámpago del Catatumbo es
fenómeno electro-atmosférico único en el planeta, se observa en más de 260
noches del año en el parque. Es el primer generador de
electricidad de origen tormentoso del planeta, con tan solo diez
minutos de recurrencia genera la energía necesaria para encender las bombillas
eléctricas existentes en Suramérica. Tiene fama más allá de las fronteras
venezolanas, calificándolo
como el “Primer
Faro Natural del Planeta”, ya que su permanencia en la zona ha
servido de guía a navegantes, pescadores y viajeros desde tiempos remotos.
Porque nace Puerto Concha
El Municipio
Colón nace por la necesidad de comercialización entre el estado Mérida y
Maracaibo. Los productos de la Facienda Coimbra (Hacienda Coimbra), Café, Cacao
y otros; ubicada en Santa Cruz de Mora tenían que ser transportados hacia el
exterior y la única vía de acceso era a través de los Ríos hacia el Lago de
Maracaibo, siendo lo más cercano Puerto Concha. Esa necesidad e intercambio
comercial también permitió la creación de una línea de Ferrocarril que
interconectaba varias zonas de interés. La población del municipio es de
230.821 habitantes 32,0 habitantes por km² según el censo de 2009, la población
se centra más que todo en San Carlos del Zulia y Santa Bárbara por ser las
poblaciones con mejor estructura urbana, la demás poblaciones son técnicamente
rurales, y la población es regular, un 50 a 60% de la población está al norte
del municipio y al sur está el restante 40%; aquí, la mayoría de la población
es rural.
Decretos
y Categoría
Al suroeste del Lago de Maracaibo, en el Estado
Zulia, se encuentra el Parque Nacional Ciénagas de Juan Manuel, el segundo
espacio natural de importancia en esta región occidental. Fue creado en el año
1991, bajo el Decreto Nº 1.631, por el entonces Presidente de Venezuela Carlos
Andrés Pérez.
La importancia natural y
ecológica de este espacio es innegable. Es el depositario de las aguas que trae
los ríos Catatumbo y Santa Ana, que vienen de Colombia, convirtiéndolo en un
sistema cenagoso, deltano, lacustrino y estuarino único en el mundo. Gracias a
esta cualidad podemos encontrar un sin fin de especies endémicas y migratorias,
que la hacen destinatarias de muchos turistas e investigadores.
Es además el epicentro del
fenómeno electro atmosférico más importante del mundo, como lo es el Relámpago
del Catatumbo. Por si solo es el mayor productor de ozono y electricidad de
manera natural en la tierra y es el sitio con mayor actividad de descargas
eléctricas en el planeta.
El Relámpago del
Catatumbo forma parte del Parque Nacional Ciénagas de Juan Manuel. Fue
declarado Patrimonio
Natural del Zulia el 27 de septiembre de 2005; y desde entonces la Asamblea
Nacional ha hecho una petición ante la Unesco para que lo declare como el
Primer Fenómeno Meteorológico, Patrimonio Natural de la Humanidad.
La
organización Record Guiness entregó el año pasado
una certificación como reconocimiento
del Relámpago del Catatumbo,
fenómeno natural que genera numerosas
tormentas eléctricas en el estado Zulia, por registrar la "mayor concentración de relámpagos"
del mundo.
El
fenómeno natural fue presentado a la organización Guiness World Record en
agosto de 2013 por el ambientalista
venezolano Erick Quiroga, tras 17 años de monitorear al Relámpago del Catatumbo
y evaluar sus potencialidades únicas.


























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