sábado, 22 de mayo de 2021

El Faro del Catatumbo

Donde nace el Relámpago del Catatumbo…

 

Mi Primera Experiencia.

Interesado en hacer registro fotográfico del Relámpago del Catatumbo, además de establecer una ruta y programación para llevar, en principio, a especialistas  del Movimiento Fotográfico Venezolano y Ciudad Compartida, comienzo en hacer algunas investigaciones... Hasta entonces,  era pura literatura, sin saber la sorpresa que me deparaba el destino y ese mágico, pero misterioso territorio…


A pesar de que soy maracucho, estos sitios me sonaban más bien a exóticos y extraños, por lo que me interesó saber sobre su historia, antes de tomar mi moto y mi cámara fotográfica al estilo mochilero, con la intención de observar  al máximo los detalles para montar próximamente una visita grupal.

Finalmente llegó el día; metí todo lo que pensába necesario; sleeping, chinchorro, botas, una muda de ropa ligera, protector solar, lentes, toalla, jabón,  equipo fotográfico, un solo frasco de repelente y cargadores, para arrancar la travesía desde Palo Negro , Autopista Regional Del Centro con sentido a Occidente, Barquisimeto y de ahí viaje directo hasta el Vigía. Al llegar al primer punto de la agenda, me sentí confundido por el calor, siendo el Vigía una ciudad comercial del estado Mérida, pero muy caliente; sofocante quizás, por su cercanía al Lago de Maracaibo. De ahí tomé  camino nuevamente hacia el norte rumbo a Santa Bárbara del Zulia, donde me vería con una vieja amiga y colega que me ayudaría, pero que nunca llegó.

Santa Bárbara, era el segundo poblado con movimiento comercial que veía desde mi bajada al sur de Zulia y el primero donde veía indígenas. Del Vigía a Santa Bárbara son unas 2 horas, sin apuro, viendo sabanas y grandes hatos; propios de una zona de ganadería por excelencia y del cultivo del plátano. Aproveché algunos servicios; fuí al cajero por efectivo, comí algo, me lavé la cara en el Hotel Santa Bárbara Suite y regresé al kilómetro cuarenta y algo de la carretera. -- En la vía hay un letrero que advierte que estas en zona supervisada por INPARQUES, pero no ves a la guardia costera ni a ningún funcionario que represente a dicho Instituto, al menos por esta ruta--.

Es una hora y cuarto de Santa Bárbara  al parador turístico de Puerto Concha, último sitio de abastecimiento. Estaba algo contrariado por lo que había leído, lo que veía y la hora de mi arribo a la zona. Total,  era mucho más tarde de lo calculado. Entre el dilema si me iba de una vez al Lago o lo dejaba para el otro día, me topé ¨causalmente con Alan Highton¨, un fotógrafo y eco-guía con muchos años de investigación en la zona (Fotógrafo de National Geographic). Había escuchado de Alan; es una referencia obligatoria cuando del Relámpago del Catatumbo se trata, tenía para entonces más de 15 años registrando fotográficamente el fenómeno y recibiendo gente, sobre todo del extranjero, pero sentirlo receptivo fue genial, sólo al acercarme y contarle en que andaba inmediatamente me hizo el enlace con algunos lugareños con quien se apoya para trasladar ¨a sus clientes¨ , me advirtió que no hacer , me dio pistas muy valiosas que no se leen en ninguna enciclopedia y me dio las llaves de su palafito donde hace su trabajo; desde entonces fui entendiendo como un extranjero había logrado asentarse ahí,  hacer una ruta desde Mérida hasta Ologá, promocionando en dólares sus paquetes turísticos, por todo el Mundo. Fue desde entonces cuando me sentí  seguro de partir, desde ese mismo momento, a visitar por pocos días los pueblos del agua y presenciar en persona el fenómeno del relámpago, lo más cerquita posible, además de adentrarme en la cultura que lo rodea…


Después de un viaje en moto de unas 12 horas y una travesía de 2 horas hasta Santa Bárbara del Zulia y hora y cuarto hasta Puerto Concha, finalmente estaba ahí,  a mi parecer, en el punto de embarque más conveniente de esta ruta, ya que en ese trayecto se puede apreciar un ecosistema con características muy particulares. -- En las Ciénagas de Juan Manuel se pueden hallar toninas, cangrejos azules, tortugas cabezonas, manatíes, dantas, tigres, pámpano, bagre paletudos, entre otras variedades de pescados y animales silvestres como el pato real, el chiguire y el  puma. Al paso de las lagunas La Estrella, Zulia, Manatíes, María Antonia, La Paloma, así como en las ensenadas Los Palitos, Agua Muerta y El Muerto, se puede observar la diversidad de la flora y la fauna, típicas de la zona. En las riberas se ve a simple vista el garzón cenizo y el chicuaco cuello rojo, sin dejar a un lado los monos y araguatos, trepando en los inalcanzables arbustos centenarios. También puede apreciarse el jaguar, el cunaguaro y el venado caramerudo --.

El viaje lacustre es más costoso de lo estimado. Las medidas de seguridad que deben tomar los lancheros, quienes se apoyan en la vigilancia y datos de los pescadores para ir avanzando, encarece un poco el servicio. Se puede decir, que estas pagando por un trabajo colectivo, aunque vayas en una sola lancha. Según las recomendaciones del equipo de Alan,  de mi  traslado solo se podía encargar un sobrino, del cual no recuerdo su nombre; era un chico muy joven y de poco hablar, pero más adelante entendería el por qué…

Son unas dos horas y media hasta el Congo Mirador, dejando atrás un parador turístico sobre el agua y bordeando el delta del  Catatumbo hasta adentrarse propiamente donde desemboca este rio de mayor afluente de la zona, el cual se impone por su color y  advierte que vas llegando al poblado. Tras varios intentos de comunicación con mi lanchero, logré conectar una conversación, pero al ver que no podía entenderle por sus limitaciones lingüísticas, decidí ser más expresivo que conversador con ese amable anfitrión, quien me estaba sirviendo  aquel banquete para el cual no se necesitaba muchas palabras, sino de la vista para disfrutarlo. Fascinado disfrutaba el paisaje y nos hacíamos señas y señas lengua mocha y yo, como si fuéramos dos pescadores más,  que se estaban cruzando en la vía…

Las selvas del Catatumbo son las más vírgenes del Occidente de Venezuela. Uno de los momentos más esperado, luego de atravesar los canales de las aguas amarillas de los ríos Escalante y Catatumbo, es observar las azules aguas del Coquivacoa.  Había visto  el colorido del pueblo por fotos, pero estar ahí era otra energía. Impregnado de más preguntas que respuestas, cada minuto me entusiasmaba más en la investigación.

El resplandor del sol me recordó aquel que me había cautivado hace algunos años en la península Guajira. Me asombró mucho  la sencillez y la hospitalidad de algunos pobladores, sobre todo de aquellos que guardan más generaciones, en la historia del Congo y Ologá; ¨el gocho¨, nerio, alexis Vega, entre otros. Los más pequeños merecen una mención aparte, son increíbles con su sonrisa y travesuras en el agua  con los desconocidos, las fotos más bellas y llenas de espontaneidad son las de ellos. Todos hacen parte de las labores diarias de los padres, los hombres viven en sus mayorías casi exclusivamente de la pesca del manamana, bocachico, cangrejas, pavón y babos y las mujeres en las crías de los niños y en las preparaciones de las carnadas que los hombres usaran para la pesca (cabezas de pollo) o en la preparación del pescado para la venta.

El pueblo de Ologá es de una sencillez extrema en cuanto a sus servicios y las mayorías de ellos son muy frugales. Aunque casi todos los hogares tienen Directv  y cuentan con el tendido  eléctrico, el servicio es pésimo e irregular; deben apoyarse en algunos aldeanos que tienen planta  eléctrica y de la señal de telefonía celular que llega solo en dos palafitos, donde han establecido una especie de centro de comunicación para la comunidad. El combustible también es caro y escaso en la zona, por ende hay que planificar muy bien los trayectos. Fue desde entonces que entendí cuales iban a ser mis deficiencias, había llegado al palafito  adonde me hospedará sin percatarme que no sólo carecía de agua potable, sino que no contaba  con suficiente repelente de mosquitos para la plaga incesante que nos recibía.


Esperaba ver muchos indígenas, pero con asombro noté en los pobladores muchas personas de pelo claro,  ojos azules y verde olivo, miradas profundas e inolvidables, muchachas hermosas, llenas de alegría y coquetería. Conocimos grupos muy grandes de 12 o más hijos en una mismo hogar, la misma sangre cruzada en la mayoría de casos de una misma familia.
Aunque cuentan con una pequeña porción de tierra, que, a su vez, sirve de muro de contención para las lagunetas, realizan la mayoría de actividades en los palafitos, puentes y balsas, excepto la escuela la cual está anclada ruralmente en lo que muchos aldeanos llaman ¨la playa¨.

Es difícil de entender como estos pueblos del agua con una data de más de 200 años de fundados, aún carecen de un sistema de electrificación dentro de sus hogares, sin embargo con plantas portátiles aplacan la desavenencia, de manera racionada. El calor y la plaga se ahuyentan en las horas de la madrugada cuando hay mayor brisa, así que es mejor dormir en hamacas o en chinchorros, con sus respectivos mosquiteros. Iba entendiendo que todo lo que a simple vista calificaba  como carencia, se iba transformando en una necesidad para que se diera aquel fenómeno. Ciertamente, en un pueblo muy alumbrado no se pudiera ver los destellos del relámpago con el mismo resplandor que se aprecia, desde sus reposadas aguas.


Pasé la noche entre ver las descargas eléctricas y luchar con la plaga. Desde el muelle que tiene Alan Highton, puedes  sentir como si estuvieras levitando en el agua, mientras observas la majestuosidad del Faro y las contundentes detonaciones que éste genera. Realmente, escuché más el Relámpago, que verlo y fotografiarlo, según lengua mocha esos días se mantuvieron muy nublados y con menos intensidad. Para entonces, desconocía que los meses  de mayor manifestación eran de Abril a Mayo y en Noviembre.

Según el testimonio de varios lugareños Ologá  significa olor a gas en inglés y según ellos, es de ahí donde nace el nombre de este minúsculo pueblo, siempre de palafitos, pero no menos pintoresco y exótico que el mismo Congo Mirador, el próximo pueblo que nos tocaría visitar, ya a nuestro retorno a Puerto Concha...

 Congo Mirador, es un balcón enclavado en el agua con vista a la luz perpetua del imponente relámpago del Catatumbo. Un pueblo de pescadores, mezcla de indígenas y españoles asentados en el sur de nuestro Lago. Es un destino con un ecosistema imponente, lleno de atractivos naturales, donde convergen importantes ríos como el Zulia, El Escalante, el rio Bravo y  el caudaloso Catatumbo. Está rodeado de una vegetación exuberante, con colores en todo su verdor que van desde manglares hasta palmeras. Congo Mirador es rico en su fauna, pero en estos momentos está en peligro de extinción algunas especies como el Caimán de la costa y el Manatí.

Visitar el Congo es desconectarse de lo cotidiano y entrar a un mundo que guarda secretos escondidos, es vivir la grandeza de Dios reflejada en cada uno de sus parajes. Es sentir a plenitud la paz que a menudo tanto necesitamos. Es contagiarse de la humildad y sencillez de la gente que con la mayor hospitalidad te reciben. Estar allí es simplemente una lección de valores. Estar allí es sentir en todo su esplendor el poder de Dios reflejado en el Relámpago del Catatumbo.

 

El Congo, es un sitio más movido que Ologá y su ubicación al umbral del rio Catatumbo le ofrece varias ventajas  por el transporte lacustre que viene desde las zonas ganaderas, pero esto también le genera al caserío, una serie de problemas que no se han podido resolver; como el vertedero de animales y de basura, en su propio cauce. Hoy día este  pueblo sobre el agua  está amenazado en desaparecer, porque la altura del sedimento, cada vez hace más difícil su navegación.


Visité también parte del rio Catatumbo; grande y poderoso, sobre todo lleno de vida silvestre pese a la contaminación, este, junto a la Laguna de Juan Manuel, merece una sesión a parte de fotografías.
Nunca en mi vida había comido el pescado de rio con topocho y plátano verde de la zona. Hay que preparar el estómago para probar las famosas cangrejas al coco, el bocachico, el pámpano, el bagre paletudo, armadillo, entre otros pescados y animales silvestres como el pato real y el chiguire.
En un rincón de esta caudal de agua  también hay  un cementerio, pero no tanto a la vista de todos, como si dijera: no molestar difuntos al descanso…Ahí muchos  están durmiendo eternamente bajo ese  intenso verde y en gran parte, cubiertos por el Lago; entre aguas más dulces que saladas.

Había llegado la hora de despedirme de ese mágico lugar del que se habla en todo el mundo, al cual llegamos motivados por lo que se ve a más de 450 kilómetros de distancia y que una oportunidad pude apreciar desde el faro de la Isla de Aruba.  Me despedí con algo de nostalgia, pero me iba  con lo más preciado; su cultura y bondades naturales, del cual guardo muy bonitos retratos.

Llegué y me regresé lleno de tantos misterios por las causas que generan el relámpago del Catatumbo, pero me iba con la realidad de una cultura que se ha tejido durante milenarios años, en torno a este fenómeno; su gente, sus miradas, su sencillez, hospitalidad y sabiduría aprendida por la madre naturaleza. No sé con exactitud  si es el gas metano que emerge de estas aguas o los vientos fríos que vienen de la cordillera andina y que chocan con los cálidos vientos del Caribe en la Serranía de Perijá, son los que realmente generan estas descargas eléctricas, únicas en nuestro planeta. De lo que si estoy seguro, que ahí todo ha de ser tan especial como lo ves en cada porción de sus riberas y por esta razón hay que preservarlo; porque si un solo elemento llegara a fallar comenzaría a fallar la luz natural que mantiene con energía el espíritu de estos pueblos  y que los mantiene alumbrados de noche,  con la esperanza de que nada debe estar por encima de su propia  permanencia…
 

Gastronomía autóctona 

Estar en Santa Bárbara implica deleitarse de su gastronomía típica, con su famoso Armadillo asado, los mejores cortes de carne a la brasa, desayunos típicos a base de plátano maduro, dulces exquisitos como el famoso limonsón con leche cortada, tequeyoyos, entre muchos más. La zona sur del lago es rica en exportación de plátanos, carnes, pescados y la famosa Palma Aceitera

El pernoctar en los palafitos, significa compartir con los propietarios de las instalaciones sostenidas por pilotes que separan el piso de madera, del majestuoso estuario. A la hora de la alimentación, ténganlo por seguro que los platos son a base de pescado de río. Especies como la manamana, bocachico, el armadillo, el cangrejo azul, la doncella, el pámpano, entre otros, serán la delicia bien sea asado, horneado, frito o en un buen hervido. Por lo general, la cabeza de familia se encarga de su preparación, su acompañante a toda hora es el inigualable plátano y el queso blanco de la zona. Después del seco, las conservas   de maduro, el calabazate y el chocho e´ vaca, son los postres servidos en la mesa.

 

El Faro

En la madrugada, se puede observar la tormenta desde hasta 450km de distancia, lo constaté en mi visita a Aruba.  Es el episodio más fiel e impresionante de la secuencia de actividad eléctrica de este mágico lugar.  Ologá está, prácticamente, dentro de ella, pero desde el Congo también se observan muy bien.

En un 40% de noches, al año. La tormenta en si aparece en un 95%, entre Abril y Diciembre. Se trata de la tormenta eléctrica más activa del mundo con más de 200 descargas por km cuadrado, por año. Hay noches más intensas que otras y unas pocas que fallan.  Así es la naturaleza.

Este viaje no es fácil   El clima es intenso y con fuerte humedad, los días largos y se duerme  pocas horas si se quiere apreciar la mejor descarga.  Se Recomienda un viaje de 3 días y 2 noches.  Eso da 2 noches para disfrutar de los relámpagos y un día completo para recorrer la selva y los pueblos con más calma.

El Relámpago del Catatumbo es fenómeno electro-atmosférico único en el planeta, se observa en más de 260 noches del año en el parque. Es el primer generador de electricidad de origen tormentoso del planeta, con tan solo diez minutos de recurrencia genera la energía necesaria para encender las bombillas eléctricas existentes en Suramérica. Tiene fama más allá de las fronteras venezolanas, calificándolo como el “Primer Faro Natural del Planeta”, ya que su permanencia en la zona ha servido de guía a navegantes, pescadores y viajeros desde tiempos remotos.

 

Porque nace Puerto Concha





























El Municipio Colón nace por la necesidad de comercialización entre el estado Mérida y Maracaibo. Los productos de la Facienda Coimbra (Hacienda Coimbra), Café, Cacao y otros; ubicada en Santa Cruz de Mora tenían que ser transportados hacia el exterior y la única vía de acceso era a través de los Ríos hacia el Lago de Maracaibo, siendo lo más cercano Puerto Concha. Esa necesidad e intercambio comercial también permitió la creación de una línea de Ferrocarril que interconectaba varias zonas de interés. La población del municipio es de 230.821 habitantes 32,0 habitantes por km² según el censo de 2009, la población se centra más que todo en San Carlos del Zulia y Santa Bárbara por ser las poblaciones con mejor estructura urbana, la demás poblaciones son técnicamente rurales, y la población es regular, un 50 a 60% de la población está al norte del municipio y al sur está el restante 40%; aquí, la mayoría de la población es rural.

 

Decretos y Categoría

Al suroeste del Lago de Maracaibo, en el Estado Zulia, se encuentra el Parque Nacional Ciénagas de Juan Manuel, el segundo espacio natural de importancia en esta región occidental. Fue creado en el año 1991, bajo el Decreto Nº 1.631, por el entonces Presidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez.

La importancia natural y ecológica de este espacio es innegable. Es el depositario de las aguas que trae los ríos Catatumbo y Santa Ana, que vienen de Colombia, convirtiéndolo en un sistema cenagoso, deltano, lacustrino y estuarino único en el mundo. Gracias a esta cualidad podemos encontrar un sin fin de especies endémicas y migratorias, que la hacen destinatarias de muchos turistas e investigadores.

Es además el epicentro del fenómeno electro atmosférico más importante del mundo, como lo es el Relámpago del Catatumbo. Por si solo es el mayor productor de ozono y electricidad de manera natural en la tierra y es el sitio con mayor actividad de descargas eléctricas en el planeta.

El Relámpago del Catatumbo forma parte del Parque Nacional Ciénagas de Juan Manuel. Fue declarado Patrimonio Natural del Zulia el 27 de septiembre de 2005; y desde entonces la Asamblea Nacional ha hecho una petición ante la Unesco para que lo declare como el Primer Fenómeno Meteorológico, Patrimonio Natural de la Humanidad. 

La organización  Record Guiness entregó el año pasado una certificación  como reconocimiento del Relámpago del Catatumbo, fenómeno natural que genera numerosas tormentas eléctricas en el estado Zulia, por registrar la "mayor concentración de relámpagos" del mundo.

El fenómeno natural fue presentado a la organización Guiness World Record en agosto de 2013 por el ambientalista venezolano Erick Quiroga, tras 17 años de monitorear al Relámpago del Catatumbo y evaluar sus potencialidades únicas.

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