El Parquero de Táriba
Miguel Zambrano, un caballero lleno de historia e influencia de Eleazar López Contreras…
Dentro de tantas andanzas , rodando en mi moto por las calles de Maracay, me topé nuevamente con este hombre, parecido físicamente a JAPA JAPA, pero con muy buen humor; ya que mantiene su sonrisa, pese a su condición de calle. Tenía ya algunos meses que no lo veía, la última vez, habría sido en la redoma la Facultad, avenida 19 de Abril de Maracay, desde donde nos acompañamos hasta su entonces dormitorio en el antiguo Bingo Las Vegas (hoy en ruinas).
Se trata de Miguel Zambrano, oriundo de Táriba , Táchira, de
80 años de edad. Según su testimonio; él salió hace 14 años, en un aventón, de su
terruño con destino a la ciudad de Caracas en busca de unos familiares, del
cual no da mayor descripción. Sin embargo, según explica, Zambrano, lo dejaron en Tapa Tapa, haciéndole
creer que ya estaba en la “Gran Capital”, desde entonces recorre el casco
central de la ciudad cuidando los conjuntos
residenciales de la zona y los
carros, se resguarda habitualmente a eso de las 5 de la tarde en las
adyacencias de la Plaza San Juan, en donde solo pide comida con una envase de
margarina, bien lavado.
Miguel Zambrano, nace en 1939, en pleno gobierno de Eleazar López Contreras y en momentos que se declaraba formalmente la Segunda Guerra Mundial, de la cual aún recuerda con mucho entusiasmo y admiración, tal cual a la de un ingenuo niño.
¡Muchos piensan que está Loco!
La lucidez de Zambrano, depende de su momento, entorno y compañía. Su sordera es más por desconfianza que por otra cosa. Solo hay que dedicarle un tiempo para permitirle evaluar con quién conversa, de modo de acceder a un cúmulo de información veraz y comprobable. Según cuenta, como buen gocho, siempre le han gustado los uniformes y las gorras, además ha querido formar parte de las filas de algún componente militar, preferiblemente la Guardia Nacional, ya que se crió durante un contexto bélico internacional y en un ambiente interno donde aún se estaba definiendo el rumbo político del Venezuela, tras la muerte del general Juan Vicente Gómez. El parquero del Táriba, como se conoce, aún recuerda que el BCV era una de las instituciones que estaban marcadas a contribuir con la modernización de Venezuela, además de regular la circulación monetaria y el crédito para evitar fluctuaciones de gran escala en el circulante. Además tendría como función principal regular y vigilar el comercio de oro y divisas. Era muy niño cuando sucedió pero, según comenta, su padre; un hombre duro, con muchos hijos, con temple y de carácter fuerte, enrolado en la milicia, según lo describe, siempre le hablaba, desde muy chico, del deber ser y de buscar ser el mejor en lo que el destino le tenga signado, también le hablaba de los acontecimientos que estaban amoldando al país, lo que despertó su curiosidad por la historia. Según recuerda, a principios de los cuarenta el banco central comienza a operar a cargo de Jesús Herrera Mendoza. Para ello se hizo necesario la entrega del oro y los billetes que emitían el Banco de Venezuela, Banco Mercantil y Agrícola, Banco de Maracaibo, Banco Comercial de Maracaibo, Banco Venezolano de Crédito y el Banco Caracas, estos dos últimos se negaron a la entrega del oro que se encontraban en sus bóvedas y fueron demandados por el BCV concluyendo el litigio a mediados de los cincuenta con la incineración de los billetes y traspaso total del oro que respaldaba el bolívar.
Siempre ha querido ser Guardia Nacional pero le deshonra la actual
Zambrano cuenta que Las Fuerzas Armadas de Cooperación,
mejor conocida como la Guardia Nacional, es uno de los cuatro componentes que
conforman la Fuerza Armada Nacional de Venezuela, de su preferencia, pero "quienes la integran han ido perdiendo sus principios". Está
consciente que dicha Institución fue
Fundada casi el año de su nacimiento, por el General en Jefe (Ej) Eleazar López
Contreras, quien asumió a la GN como su consentida.
Luego de entregar el mando, dice Zambrano, Eleazar
López Contreras se dedicó a un retiro
relativamente tranquilo, pero sin dejar de lado la situación política del nuevo
gobierno, formó parte del Partido Democrático Venezolano de Isaías Medina
Angarita. Sin embargo, surgieron serios desacuerdos entre López y Medina
durante el periodo presidencial de éste, lo que derivó en una crisis
institucional que culminó violentamente al suceder un golpe de Estado que
derrocó a Medina el 18 de octubre de 1945, encabezado por militares jóvenes, en
el cual estaba su padre y activistas de los partidos políticos, entre ellos
Rómulo Betancourt, quien presidió la Junta de Gobierno que surgió de dicho
golpe. El actual parquero, recuerda como López, Medina y varios de sus
colaboradores fueron apresados, luego expulsados del país y juzgados por
peculado y enriquecimiento ilícito. En el año 1948, el golpe de Estado del 24
de noviembre que derroca al presidente Gallegos le permitió volver al país,
aunque no estaba de acuerdo con la política llevada a cabo por el General
Marcos Pérez Jiménez.
En medio de este relato, le pregunté a Zambrano porque no
había sido Guardia Nacional y que sabe de sus familiares y desde ahí, comenzó a
manifestar sordera y perdió el interés por la conversación, buscó su cartón y
se acostó.
Espero retomar su confianza, en cualquier momento…


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